jueves, 22 de abril de 2021

Historia crítica, desconocida, oculta, sumergida y profunda

Aldo Díaz Lacayo
entrevistado por
Jorge Capelán.


 


Por Lenin Fisher
leninfisher.blogspot.com

Según el historiador Aldo Díaz Lacayo, entrevistado por Jorge Capelán en el podcast De Managua con amor, la historia es transversal y en sentido estructural es siempre ascendente. En cambio, la coyuntura es dinámica con flujos y reflujos. Para entender la coyuntura se debe tener clara la estructura y dirección de la historia.

No todos los países de América han podido reconstruir la historia precolombina o más bien historia originaria, incluyendo a Nicaragua. El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, siempre en sus discursos reivindica la revolución originaria. Con la conquista y la colonia surgen la historia occidental y la precolombina u originaria. La historia de Nicaragua comienza cuando América forma parte de occidente, con el descubrimiento, la conquista y la colonia.

Cuando el nombre de América surge en 1510 los criollos se apropian del nombre de América y logran tener alguna identidad.

Diriangén y Nicarao fueron los dos únicos caciques de estados tribales de América que se unieron, es decir, que no se dividieron para unirse al conquistador, para enfrentar a los invasores españoles. Tenían conflictos territoriales; pero no conflictos de identidad.

En el siglo XVI se da la primera rebelión o revolución contra el rey de España. Los hermanos Contreras unidos con los peruanos para formar un reino distinto al de España, que iría desde Nicaragua hasta Perú. No fue por casualidad el grito de: ¡A la mierda el Rey! Su error fue haber matado a un cura, el obispo Valdivieso.

El pacto providencial de liberales y conservadores en septiembre de 1856, con presencia de delegados de los países del norte de Centroamérica, no logró la paz, por lo cual no fue providencial. Porque al final de la guerra el Partido Conservador se resiste a formar parte de la unidad. El verdadero pacto providencial fue después de la guerra contra Walker, cuando Máximo Jerez y Tomás Martínez acordaron formar el gobierno bipartidista o chachagua, que duró seis meses. Ese pacto fue verbal, Jerez visitó a Martínez, le propuso un acuerdo, que Martínez aceptó. Así surgió el pacto de la paz.

La Guerra Nacional no fue nacional en realidad, fue centroamericana. Ese es el primer gran error. En la época, el concepto de nacional era correcto, era un concepto político-ideológico de la unidad centroamericana. No era una guerra nacional, nuestra, exclusiva de Nicaragua

Todos los gobiernos del norte de América Central decidieron apoyar la guerra contra Walker y vinieron a hacerlo. La jerarquía católica de los otros países centroamericanos quería que los ejércitos de sus países combatieran a Walker en Nicaragua porque los filibusteros y Walker eran protestantes. En cambio, la jerarquía católica de Nicaragua, apoyó a Walker, hasta bendijo a los filibusteros yankees y sus armas.

Cleto Ordóñez planteó que Nicaragua debía ser una república, en medio de la anexión de Centroamérica a México. José Santos Zelaya era nacionalista y anti-norteamericano. Benjamín Zeledón en su lucha defiende una tesis nacionalista.

José Figueres traicionó a Nicaragua, la abandonó, después que recibió todo el apoyo de la Legión del Caribe, con el presidente Juan José Arévalo de Guatemala, para hacer una revolución en Costa Rica. La revolución de Figueres en Costa Rica tuvo entre sus principales contendientes a nicaragüenses, en ambos bandos (los revolucionarios a favor de Figueres y la Guardia Nacional a favor de Picado). Aunque la primera revolución que se pretendía hacer era en Nicaragua; pero Figueres convenció a la Legión del Caribe de que era más fácil y rápido en Costa Rica porque no tenían ejército. Figueres había adquirido el compromiso de que si triunfaba la revolución costarricense tenía que impulsar la revolución en Nicaragua. La revolución tica fue del tipo democrático-burgués. Figueres sabía que los nicaragüenses querían hacer una revolución verdadera.

El sentido del momento histórico, según Fidel, es clave para entender la realidad y el contexto históricos.

Las condiciones objetivas de la revolución siempre existen, están ahí. Los movimientos guerrilleros contra la dictadura somocista y el sandinismo recurrieron a las tácticas invasionistas, como en Raití-Bocay. Probablemente el sentido del momento histórico para el FSLN fue después de la gesta de Pancasán, que ayudó a crear las condiciones subjetivas de la revolución. Carlos Fonseca insistió en impulsar una lucha desde el interior del país. En las insurrecciones de 1978 se genera la confianza del pueblo en el triunfo de la revolución.

La Revolución Sandinista triunfó en medio de la confrontación Este-Oeste y en ese contexto se nos quiso negar el carácter originario de la Revolución Sandinista. El Grupo de Contadora fue muy importante en contra de los grandes esfuerzos de Estados Unidos para desnaturalizar nuestra revolución originaria; esfuerzos que persisten, calificando a la revolución como comunista.

Defender y consolidar la revolución (Grupo de Contadora) versus mediatizarla (Estados Unidos). Al fracasar Contadora surgió la idea de centroamericanizar el proceso de negociación de paz, que al final la impulsa la Internacional Socialista, que compró la idea del conflicto Este-Oeste impulsada por Estados Unidos. El presidente Oscar Arias, de Costar Rica, quería sentar en el banquillo de los acusados y sacar a Nicaragua de la institucionalidad regional para liquidar a la revolución. El triunfo de Vinicio Cerezo y de la Democracia Cristiana, en Guatemala, permitió otro conflicto entre la Internacional Socialista y la Internacional Democratacristiana. Cerezo se opuso a la exclusión de Nicaragua.

Los resultados de la negociación por la paz, a través de los acuerdos de Esquipulas, la derecha mundial los califica como una derrota de la Revolución Sandinista; pero fue al contrario, toda una victoria. Porque los sandinistas queríamos la paz y que se reconociera la institucionalidad de la revolución, con cada país decidiendo su forma de gobierno.

En 2007 regresó el sandinismo al poder en otro contexto, sin el conflicto Este-Oeste, con el socialismo desacreditado por la caída de la Unión Soviética y europeo. Con Venezuela reivindicando el socialismo influyendo hasta en Rusia.

La tecnología digital es un elemento adverso que va disminuyendo, constantemente, la voluntad y el interés de leer, en general, no individual.

En conclusión, la raíz de los nicaragüenses está en la historia originaria. Existe un consciente colectivo de los nicaragüenses, que te obliga, sin darte cuenta, a ser nacionalista y antimperialista. En el siglo XXI se puede continuar desarrollando la investigación histórica para fortalecer la historia crítica, conocer la historia desconocida, oculta, sumergida y profunda. La historia convencional o tradicional describe el fenómeno; pero la historia crítica explica el porqué de los hechos históricos. La historia crítica o la otra historia, la sumergida hay que darla a conocer para fortalecer la memoria, la verdad y la identidad históricas. De esa manera se contrarrestaría la versión de los poderosos, el punto de vista del cazador y la re-escritura manipulada de la historia.

Managua, Nicaragua, 19 de abril de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

domingo, 18 de abril de 2021

Gioconda Belli: ¿Derechos de las mujeres o privilegios de la oligarquía?

Gioconda Belli
con el agente de la CIA
Carl David Goette-Luciak
durante el derrotado
"golpe suave" de 2018
en Managua.

Por Jorge Capelán
managuaconamor.blogspot.com

En un ejercicio fútil de negación de la realidad, la “feminista” escritora Gioconda Belli produjo en Confidencial, la web de la familia Chamorro, un curioso alegato en contra del derecho de las mujeres a la participación política. "Por supuesto que estoy de acuerdo con que deben existir mujeres en las estructuras electorales, pero demandar un 50-50 en términos de representación de género es una medida artificial que supone una realidad distante a la nuestra", escribe Belli.

Antes que nada aclaremos un par de cosas sobre el tema: Esta semana, la Asamblea Nacional sometió a Comisión una iniciativa de reforma de la Ley Electoral que, entre otros aspectos y siguiendo lo establecido en la Reforma Constitucional de hace 7 años, en 2014, busca desarrollar la “equidad de género de los miembros del Consejo Supremo Electoral, consejos departamentales, municipales y Juntas Receptoras de Votos en todos los cargos de elección popular”. Esto significa que una de las propuestas busca que las mujeres sean el 50% de todos los funcionarios electorales.

Aunque la reforma enviada a Comisión contiene varios otros elementos, entre ellos provisiones para combatir el transfuguismo y para evitar el financiamiento electoral ilegal de potencias extranjeras, el argumento común entre los partidos de oposición en contra de estas reformas ha sido que las disposiciones para garantizar la equidad de género serían una movida de alguna manera "injusta" hacia ellos.

¿Injusta? ¿cómo? Si la oposición de Nicaragua tuviera un verdadero arraigo popular no tendría el menor problema para presentar 50% de mujeres, tanto entre sus candidatos como entre sus funcionarios electorales. Al fin y al cabo, un pretendido movimiento feminista se ha presentado como uno de los pilares de esa oposición, al menos en la cobertura de los medios occidentales durante el derrotado intento de golpe de 2018. ¿No será que ese supuesto movimiento “feminista” opositor al gobierno en realidad no es nada más que una ficción propagandística para legitimar un movimiento antipopular, reaccionario y antidemocrático?

Según Belli, tanto el presidente Daniel Ortega como la vicepresidenta Rosario Murillo, es decir “la pareja Ortega-Murillo” (ese es el estilo usado por la oposición para personalizar la política en Nicaragua y negar que el sandinismo es un movimiento de masas con un amplísimo apoyo de la sociedad) manipulan al Foro Económico Mundial,a la Unión Interparlamentaria Mundial y a la ONU con estadísticas falsas sobre la participación de las mujeres.

Belli reconoce que hay muchas ministras mujeres en el gobierno sandinista, pero solo son “fichas” de Ortega-Murillo. Sea esto cierto o no (que no lo es), cabe preguntarse ¿qué es lo que hace que “Ortega-Murillo” sean capaces de poblar todo su tendido electoral de “fichas-mujeres” mientras que la oposición no es capaz de hacerlo? ¡Menuda teoría de la conspiración!

En Nicaragua, el 58.82% de los ministros son mujeres, y ocupan puestos de los más importantes: Gobernación (Interior); Salud; Educación; Economía Familiar, Cooperativa, Asociativa y Comunitaria (un sector estratégico, que hoy en día está llevando el peso de la economía del país); Medio Ambiente y Recursos Naturales, sólo por nombrar unos pocos ejemplos. Nicaragua es de hecho el país con mayor representación de mujeres a nivel ministerial del mundo. En lo que respecta a otros organismos del Estado, por ejemplo, la Procuraduría General de la República está a cargo de una mujer, como también lo está el Instituto Nicaragüense de Turismo, otro sector estratégico para la economía. En lo que respecta a los gobiernos municipales, además de las decenas de alcaldesas a lo largo y ancho del país, se debe mencionar a la popular Reyna Rueda, cabeza del gobierno municipal de Managua..

Según Belli, estas ministras y dirigentes “son tan poco relevantes que la población ni siquiera sabe cómo se llaman”. Hmm… sería interesante hacer el experimento de grabar un paseo de la popular alcaldesa de Managua Reyna Rueda, por el Mercado Oriental, el más grande a cielo abierto de la región y compararlo con otra grabación de un paseo por el mismo lugar de… la propia Gioconda Belli –o de cualquiera de sus mujeres secuaces de la derecha golpista de Nicaragua. Estas últimas, que cuando no están de paseo por el exterior solo frecuentan los centros comerciales de alta gama de la capital, sí que son totales desconocidas para el pueblo nicaragüense.

¿”Fichas”? ¿Engaño? Hasta el 2019 fueron entregados títulos de propiedad a más de 138 mil familias en el campo y la ciudad. El 55% de las personas a cuyo nombre están esos títulos son mujeres. No es invento. Ahí están las propiedades, ahí están los títulos, y ahí están las mujeres. Si esas mujeres son “fichas de Ortega”, pues hay que reconocer que “Ortega” tiene muchas “fichas” en Nicaragua... y por muy buenas razones. ¿Cómo se construyen 18 hospitales que todo el mundo puede ver y utilizar, pero que según personas como Belli deben ser de utilería? ¿Y casi 180 casas maternas? ¿Y cerca de 60 comisarías de la mujer reinauguradas hasta el momento?

Dice Belli que la reforma se aprobará “sin consulta y siguiendo órdenes 'de arriba'”. ¿Sin consulta? ¿Órdenes de arriba? Veamos:

  1. Para las elecciones del 2006, que le dieron la victoria al Frente Sandinista, una de las promesas del actual presidente Daniel Ortega fue la de tener un 50% de mujeres en su gabinete, y se fue trabajando para cumplir esa promesa desde el primer momento. Esto no es nada extraño, ya que la igualdad entre el hombre y la mujer forma parte del programa histórico del Frente Sandinista formulado ya en 1969.

  2. La Ley de Igualdad de Derechos y Oportunidades de febrero de 2008 (es decir, aprobada con votos de la oposición ya que en aquel momento el Frente Sandinista tenía un gobierno de minoría) establece en su Capítulo II la participación proporcional de hombres y mujeres en todos los cargos de elección.
    De las actas de los debates sobre esa ley (y de los artículos 8 y 9, que son la base de las actuales reformas a la ley electoral) se desprende que existió consenso de todos los partidos, incluso del MRS al que pertenece Gioconda Belli. Ahora resulta que la misma oposición se opone a lo que una vez apoyó. En realidad, lo que dicen es que una cosa es apoyar la igualdad de la boca para afuera y otra muy diferente es practicarla.

  3. Esta disposición fue especificada en aun mayor detalle en la reforma a la Constitución del año 2014, en los artículos 131 y 178. Las reformas establecen el principio del 50% de representación para la elección de diputados ante la Asamblea Nacional, diputados al parlamento centroamericano, concejales municipales, concejales regionales, alcaldes, vicealcaldes, etcétera.

Hay que decir que desde entonces a esta parte el único partido que ha sido verdaderamente consecuente en honrar estos principios establecidos en la Constitución y la ley ha sido el Frente Sandinista, que antes y después de 2014 en las elecciones lo ha puesto en práctica. Ahora, para las elecciones del 2021, simplemente se trata de reglamentarlo en la ley electoral pero también de profundizar ese principio exigiendo, por ejemplo, que hasta los funcionarios electorales de los partidos sean en un 50% mujeres.

Hasta aquí las incongruencias del planteamiento de Belli parecen evidentes.

Sin embargo, lo verdaderamente bochornoso de la posición de Gioconda Belli no son la negación de hechos comprobables establecidos en múltiples instancias internacionales sobre la participación de las mujeres en Nicaragua, y ni siquiera la extraña teoría de la conspiración según la cual la pareja presidencial habría de alguna manera manipulado a esas mismas instancias con datos falsos. Lo verdaderamente bochornoso es su argumentación “feminista”.

Según Belli, las mujeres nicaragüenses (parece que incluso ni siquiera las mujeres francesas, una referencia que no queda muy clara en su artículo) no pueden participar en la política porque:

  • “Cargamos la total responsabilidad de las funciones de cuido dentro de nuestras familias y hogares”. “¿Cargamos?” “Aramos”, dijo el zancudo parado en el lomo del buey. La señora Gioconda Belli tiene demasiado dinero como para andar preocupándose por asumir responsabilidades domésticas de tipo alguno, y por eso se cree con derechos de participar en la “vil política”, algo vedado a las féminas del vulgo. ¿Se nos escapa algo o detrás del punto de vista de Belli se esconde una clara perspectiva de clase?

  • Las labores domésticas, según Belli, “han impedido y truncado en muchos casos, la educación de la población femenina”. Elegante manera de llamar noche a una oscuridad de siglos que por suerte ahora en Nicaragua está empezando a llegar a su fin gracias a las políticas sociales del gobierno sandinista. Claro, eso Belli no lo puede reconocer en público.

  • “Hay muchas jóvenes en las universidades, pero pocas de ellas, después que se casan y tienen hijos, pueden acceder a puestos de trabajo que les demandan ausentarse de sus casas de 8 am a 5 pm.” No hace falta haber ido a la universidad, miles y miles de mujeres en Nicaragua trabajan en horarios muy duros y tienen que mantener a sus familias. De hecho, son la mayoría de los principales sostenes de hogar hoy en día – sin que eso haga que muchas de ellas renuncien a participar políticamente, para ello basta de muestra ver cualquier acto de masas sandinista. Pero según Belli, fiel a su “perspectiva de clase”, solo la “gente bien” puede llegar a ministro.

  • “Las que lo hacen dependen de otras mujeres, familiares o contratadas, que hacen las labores del hogar” ¿Quién le limpia y le cocina a Belli y a sus amigas de clase alta en sus residencias en Estados Unidos y Nicaragua, sino otras mujeres mexicanas, centroamericanas y/o nicaragüenses?

  • Según Belli, otro obstáculo para las mujeres es que “asumir funciones políticas es exponerse a ser descalificada constantemente”. Muy cierto, y si no solo hace falta ver los cientos de caricaturas del derechista diario La Prensa de Managua dedicadas a la vicepresidenta Rosario Murillo lo largo de los años, una verdadera colección de la propaganda de odio político. De hecho, casi todas las ministras sandinistas han sido objeto de las más viciosas campañas de odio por una oposición capaz de cometer los crímenes más abyectos con rostro angelical y cara de “yo no fui”. Nunca a ninguna mujer le han regalado un derecho gratuitamente, las mujeres siempre han tenido que luchar para conquistarlos, y en esa lucha por lo general se incluye, desgraciadamente, la posibilidad de estar expuesta a ataques vejatorios de parte de los sectores privilegiados.

  • Por último Belli concluye que “la presente organización y cultura de las clases políticas es adversa a la presencia femenina, de manera que las mujeres carecen de incentivos para involucrarse”. Otra vez: Las leyes establecen que debe haber equidad de género; el parlamento está lleno de mujeres; el gabinete de gobierno está lleno de mujeres; las mujeres tienen acceso a la propiedad como nunca antes en toda la historia del país; las universidades de Nicaragua están llenas de muchachas (por cierto, porque hoy hay becas para miles y miles de jóvenes como jamás las había habido antes); hay comisarías de la mujer prácticamente por todos lados; hay más Centros de Desarrollo Infantil que nunca antes en la memoria popular pero, según Belli, las mujeres “no tienen incentivos” para participar en política. Por supuesto que hay machismo, por supuesto que hay violencia y se cometen feminicidios, por supuesto que hay embarazo juvenil, por supuesto que las mujeres todavía asumen una carga desproporcionada en el hogar… pero precisamente por eso es que las mujeres tienen todas las razones del mundo para participar en política. Además, aun si solo se tratase de escoger figuras de entre la “élite política” ¿no es acaso importante para las mujeres el ejercer su derecho al voto y además vigilar que el recuento de esos votos se haga de manera transparente?

En resumen, según Belli, mientras no exista “paridad en las labores del hogar” y una “cultura de las clases políticas” favorable a la presencia femenina “es una trampa política exigir que haya paridad en las estructuras electorales" para darle lustre a la imagen que la vicepresidenta Rosario Murillo quiere dar del país. Está claro que a Belli lo que verdaderamente le interesa no son los derechos de las mujeres sino “otra cosa”.

¿Trampa política? ¿O sea que la lucha de las mujeres por sus derechos los últimos 200 años solo ha sido una quimera, una pura ingenuidad, porque las mujeres eran las que lavaban los platos y daban de comer a los bebés? Las "sufraguettes" que a inicios del siglo XX luchaban por el derecho de las mujeres al voto, y que por ello eran tildadas de "locas" y otras cosas mucho peores, malgastaron sus fuerzas. Ni hablar de Flora Tristán, la peruana fundadora del marxismo en el siglo XIX, ni de Jenny Marx, ni de Klara Zetkin, ni de Rosa de Luxemburgo. ¡Pobres ilusas! ¡No fueron sino víctimas de una vil manipulación de los Ortega-Murillo!

Ni hablemos de tantos miles de mujeres sandinistas que pusieron y ponen sus vidas al servicio de su pueblo. Lucharon y luchan en vano. Según Belli, no son más que "fichas" al servicio de "Ortega-Murillo". Por supuesto, no hablemos de mujeres de probado compromiso y trayectoria revolucionarias que, a diferencia de Belli y sus compinches golpistas, siempre se han man mantenido fieles al Frente Sandinista, como la vicepresidenta Rosario Murillo, la exministra de Gobernación Ana Isabel Morales, comandantes guerrilleras como Doris Tijerino, Gladys Báez, Leticia Herrera y tantas otras militantes. Tampoco, por supuesto, hablemos de las mujeres jóvenes sandinistas y revolucionarias asesinadas por los compinches de Belli en la derrotada intentona golpista del año 2018, como las policías inspectora Juana Francisca Aguilar Cano y teniente Zaira Julissa López.

“No hay duda de que la mujer nicaragüense se ha destacado por su presencia, arrojo y energía en las luchas de nuestro país, pero este poder es moral, más que real”, escribe Belli. Para Gioconda Belli, solo ella y sus compinches que se pasaron al MRS y al servicio de las embajadas occidentales bajo el estandarte de la familia Chamorro y diversas variedades de somocismo posmoderno valen la pena. Belli, una escritora famosa, casada en la oligarquía global de la mano del guionista de Hollywood Charles Castaldi, desde alguna soleada playa de California tiene derecho a reivindicar el feminismo imperial al tiempo que le dice a la criada mexicana o centroamericana (o nicaragüense) que le limpia su mansión, que pierde el tiempo soñando con un país en el que las mujeres tengan títulos de propiedad, casas maternas, comisarías de la mujer y, sí, al menos 50% en todos los puestos de elección popular y entes estatales. Mientras tanto, las mujeres que en Nicaragua verdaderamente quieren ser sujetas de derechos y libertades deben enfrentarse a la violencia terrorista de gente como Belli y sus compinches.

Sería interesante de ver cómo mecenas políticos imperiales de Belli, como la tristemente célebre exnicaragüense Bianca Jagger, también ingresada a la oligarquía cultural global gracias a su carrera de groupie de un connotado Rolling Stone, justificar el discurso "feminista" que desprecia la lucha de las mujeres por el derecho a la representación política. Seguro que NADIE en los círculos de la progresía imperial demócrata (en los EE.UU.) y socialdemócrata (en Europa) se atrevería a decir en público que no hace ninguna diferencia para las mujeres el que POR LEY tengan 50% de representación en los ministerios, las listas electorales y la ejecución práctica del proceso electoral en cualquier país del mundo.

La curiosa nota de Belli pone al descubierto la falsedad de sus poses “feministas”. No, Belli no es una luchadora por los derechos de las mujeres y quienes apoyan a gente como Belli en Nicaragua desde el exterior no están apoyando ninguna causa progresista. Hace tres años, en 2018, Belli y sus secuaces en Nicaragua se lanzaron a una intentona golpista a base de manipulaciones, mentiras y crímenes horrendos, como el secuestro, la tortura y la profanación de los muertos. Esa aventura criminal intentaron venderla al exterior como algo “progresista”, “revolucionario”, “alternativo”.

Ahora, tres años más tarde y con un proceso electoral encima ante el que no han hecho nada para prepararse por estar demasiado ensimismados en luchas intestinas por el poder, los opositores dicen:

Miren, está chueco eso de 50-50 hombres y mujeres en la política. Nuestra política en realidad no toma en serio a las mujeres, como tampoco toma en serio a los pobres, ni a los indígenas. Somos el partido de la clase oligarca que por 200 años ha considerado que Nicaragua es una finca de su propiedad y sus habitantes meros sirvientes. Somos el partido que desea vender el país al mejor postor. Por eso no nos conviene que ahora nos quieran obligar a llenar de mujeres todas las listas de las curules que pensamos ganar para aprovecharnos del erario público, y tampoco nos conviene que nos obliguen a llenar de mujeres poco confiables nuestras listas de fiscales en las mesas de votación y así no logremos inventar un fraude para seguir recibiendo plata de las ‘embajadas’. ¡Eso que quieren hacer los sandinistas es una injusticia!”

ESE es el verdadero mensaje de la nota de Belli. Nada que ver con los derechos de las mujeres...

viernes, 16 de abril de 2021

La oposición de Nicaragua se opone a la participación de las mujeres

En esta edición de Estudio TN8 los periodistas Erving Vega, Celia Zamora, Arlen Hernández y Jorge Capelán discuten los acontecimientos más importantes de la semana, entre ellos el paso a Comisión en la Asamblea Nacional de las reformas a la Ley Electoral; las declaraciones misóginas de voceros de la oposición los últimos días; el sólido respaldo popular al Gobierno Sandinista en la última encuesta de M&R y mucho, mucho más.
 

lunes, 12 de abril de 2021

Podcast: Aldo Díaz Lacayo sobre la historia oculta de Nicaragua


En este episodio de De Managua con Amor hablamos con Aldo Díaz Lacayo, el historiador vivo más importante de Nicaragua, así como testigo y protagonista de la lucha revolucionaria moderna en la tierra de Sandino, sobre aspectos claves de la historia nacional que la oligarquía siempre ha querido ocultar y deformar. También hablamos sobre los retos de la investigación histórica en el siglo XXI en Nicaragua.

Para realizar este episodio contamos con la invaluable asistencia técnica del equipo de Tortilla con Sal.