Por Jorge Capelán
managuaconamor.blogspot.com
2 de septiembre, día glorioso para Nicaragua ya que se celebra un aniversario más (ya van 40) de la fundación de su Ejército Nacional, el único verdaderamente popular, patriótico y antiimperialista de toda su historia.
Es un Ejército que ha sabido defender a la patria y al pueblo, bien sea combatiendo a los "proxys" de los marines yanquis en la década de los 80s, (la denominada "contra") bien sea, como hoy en día, combatiendo al crimen organizado e impidiendo que en el país hayan maras, pistas de aterrizaje del narco, o que por el territorio nacional pasen al menos 700 toneladas de droga cada año.
Es un Ejército que siempre se ha mantenido fiel a su mandato, que nunca salió a las calles a reprimir al pueblo, a pesar de que hubo políticos liberales como el expresidente Enrique Bolaños que intentaron ordenarle que lo hiciera. Es un Ejército que siempre cuidó las urnas y que siempre cumplió con su parte para garantizar que en Nicaragua los cambios de Gobierno de jamás vuelvan a ser a los balazos, como fue la costumbre hasta el 19 de julio de 1979.
Es un Ejército que siempre estuvo al lado de las víctimas de los desastres naturales, como el Huracán Mitch, y que hoy también asume su responsabilidad en la protección del medioambiente de la patria.
Por sobre todas las cosas, es un Ejército que nunca entregó al país. Durante los gobiernos liberales, jamás entregó los hoy viejos cohetes SAM-7 de la guerra de los años 80, todo un símbolo de la soberanía nacional y de la independencia de Nicaragua. Durante los 17 años de esa nefasta noche neoliberal, los Estados Unidos presionaron todo el tiempo al Ejército para que entregara esas armas, pero jamás cedió.
Los Estados Unidos hasta llegaron a fines de los años 90 a asignar como misión primordial a su ONG, el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP), el hacer lobby para que el Ejército se "modernizara" y entregara esas armas. Hoy todo el pueblo sabe muy bien qué es el IEEPP, uno de los principales operadores del fallido intento de golpe fascista del año pasado.
Ayer, durante la larga noche neoliberal, el Ejército no entregó los SAM-7 como tampoco accedió a las indecentes pretensiones de Bolaños de que saliera a la calle a repartir bala contra los movimientos sociales que protestaban contra el neoliberalismo, la pobreza, los cortes de luz y de agua, y la falta de esperanzas.
Y así como no cedió a esas presiones, tampoco cedió el año pasado a las presiones de los golpistas y se mantuvo en sus cuarteles. Recordemos las ridículas pretensiones del terrateniente empleado al servicio del capital colombiano, el golpista Michael Healy, pidiéndole al Ejército de la "dictadura" que saliera a reprimir a la gente que se estaba tomando las tierras de sus amiguetes en pleno golpe.
Ahora, en su 40 aniversario, ese Ejército le juega una broma histórica a los herederos de Bolaños, de las ONG tóxicas y de los demás peleles del imperio al ordenar sendos suplementos de 12 páginas tamaño tabloide a 4 colores a los dos diarios de la oligarquía golpista, La Prensa y El Nuevo Diario.
Ambas publicaciones, que desde hace meses se quejan de que el Estado les niega el papel para poder trabajar, y que han sido partícipes en una brutal campaña contra la institución armada, han dejado a un lado sus principios y no le han dicho "No" a un buen campo pagado, aunque sea del mismísimo "régimen" y contenga abundantes fotos del "dictador". La Prensa, que dice no tener papel, hasta sacó, no se sabe de dónde, papel satinado para cumplir con el encargo del Gobierno.
Hoy Nicaragua está de fiesta. Esta noche escucharemos las palabras del comandante presidente Daniel Ortega y del General Avilés en el acto central de la celebración y mañana el pueblo de Managua asistirá en masa a una vistosa fantasía militar a cargo de los miembros de ese Ejército que son miembros de ese mismo pueblo y que repetirán su lema de siempre: "Todo por la Patria".
El pueblo junto al pueblo, celebrando que tiene un Ejército libre y soberano desde hace 40 años.