lunes, 30 de septiembre de 2019

Nicaragua reitera al mundo su mensaje de paz, justicia y soberanía

Canciller Denis Moncada en la ONU.

Por Jorge Capelán
managuaconamor.blogspot.com

Una semana más comienza en Nicaragua Libre. El sábado, en Nueva York, el canciller de la Nicaragua real, Denis Moncada Colindres, leyó el mensaje del país ante el 73 período ordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Por otro lado, el viernes se supo del cierre de uno de los periódicos de la derecha golpista, El Nuevo Diario, por problemas económicos.

La Nicaragua real no llora con la desaparición de El Nuevo Diario, a lo sumo sí llora la pérdida de los empleos que generaba. Por otro lado, los que intentan construir un país virtual con el vano fin de destruir al país real sí lloran lágrimas de cocodrilo al tiempo que se frotan las manos: La Prensa porque ahora se queda sola con el monopolio de la mentira impresa y Ramiro Ortiz Mayorga, dueño del grupo Promerica y de una fortuna personal de al menos 1,300 millones de dólares, porque se libra de una empresa que le estaba haciendo perder dinero.

En el mundo de la Nicaragua virtual construida por las cadenas desinformadoras occidentales, el Gobierno sandinista cerró un diario opositor aunque en su editorial de cierre el diario de marras no hizo mención alguna a causas políticas detrás de su defunción. Esas mismas cadenas occidentales de la mentira silenciaron la posición de Nicaragua en la Asamblea de la ONU, pero no pudieron impedir que esa voz fuese oída alto y claro por los asistentes.

En la sesión de la ONU, Nicaragua reiteró los puntos fundamentales del mensaje que hace exactamente 40 años el presidente Daniel Ortega había pronunciado en ese mismo foro a nombre de este país que acababa de derrocar a la dictadura somocista: Un mensaje de justicia social, paz y antiimperialismo.

En su mensaje, el canciller Denis Moncada reafirmó el compromiso de Nicaragua con el desarrollo inclusivo y sostenible con paz y estabilidad; urgió a tomar medidas para apoyar a los países de la región a enfrentar el cambio climático; rechazó todo tipo de injerencia e intervención en los asuntos internos de otros Estados y retomó el llamado urgente a reformar el sistema de las Naciones Unidas realizado por el excanciller Miguel D'Escoto en el año 2008, entre otras cosas mudando su sede a un país africano.

Denis Moncada, a nombre de la Nicaragua real, habló de los compromisos del país con la Agenda 2030 y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para hacer frente al calentamiento global, de la reducción de la pobreza y de la notable reducción de la mortalidad infantil alcanzada desde el año 2007, así como del recientemente acordado programa de Cooperación acordado con UNICEF para el período 2019-2023.

Pero también habló de la aberrante política anticubana de Estados Unidos, que llegó a los extremos de expulsar a dos diplomáticos del hermano país que iban a participar en esa asamblea, acto que denunció como "una clara violación del Derecho Internacional, y particularmente del Acuerdo Sede entre ONU y el Gobierno del País anfitrión". Asimismo, condenó las agresiones estadounidenses contra Venezuela y la invocación del TIAR en su contra, y expresó la solidaridad de Nicaragua con los Pueblos Palestino, Saharaui, y de Puerto Rico, reclamando también que las Islas Malvinas son Argentinas.

En síntesis, las palabras del canciller Moncada fueron una prueba más de la coherencia de la política exterior sandinista caracterizada por la búsqueda de la paz con justicia social y por el anticolonialismo y el antiimperialismo más consecuentes.

Mientras tanto en las calles, parques y plazas de la Nicaragua real, este fin de semana la vida transcurría con toda normalidad:

En Tipitapa, cerca de Managua, miles celebraron los 450 años de la traducción de la Biblia al Castellano; en Masaya, una multitud participó en el tradicional Tope de Toros, de las fiestas patronales en honor a San Jerónimo; en Ticuantepe se celebró un campeonato internacional de Karate Do con la participación de 300 atletas de Centroamérica y Estados Unidos; en Ometepe se celebraba con una feria turística el noveno aniversario de la declaración de esa isla paradisíaca como Reserva de la Biósfera por la UNESCO y en Managua se realizaba una edición más del concurso de la Fritanga más Limpia y Bonita.

En resumen, la Nicaragua real avanza en los foros internacionales y en la vida de las familias mientras que la Nicaragua de las mentiras virtuales se atasca en su propia red de falsedades.