“No se puede comprender Nicaragua sin comprender su historia política”
Ben Linder
Por Winnie Narváez Herrera / Tortilla con Sal.
“Amigos de ATC” es una red de solidaridad con ATC (Asociación de Trabajadores del Campo), una organización revolucionaria histórica en Nicaragua que trabaja desde dos líneas: promoción y práctica de la agroecología y defensa de los derechos de campesinos/as y trabajadores/as a través de sindicatos. Esta red de solidaridad organiza diversas actividades como: delegaciones, escuelas en entornos virtuales e intercambios/pasantías. Parte fundamental del trabajo de ATC/CLOC-Vía Campesina en Nicaragua es compartir la historia política de Nicaragua a través de esta red solidaria, una historia que va de la mano de la lucha de campesinas/os y trabajadoras/es del campo. Un resultado directo de las brigadas es la creación orgánica de redes de comunicación política, esencial para visibilizar las actividades del país desde la experiencia de las organizaciones de base.
Comprendemos que la solidaridad, como la describió Eduardo Galeano, “es horizontal e implica el respeto mutuo”. El intercambio entre personas de distintos lugares se vuelve un elemento pedagógico muy rico para aprender. En este sentido “La educación tiene que concebirse como un elemento de carácter liberador, genuinamente dialéctico, lo que permite al sujeto que aprende desarrollar su conciencia crítica y favorecer la creatividad y llegar a convertirlo en protagonista de su momento histórico, con un gran sentido de solidaridad humana” (Van de Velde). La solidaridad internacional de amigas/os de la ATC es actitud política frente a la vida y se construye desde las experiencias. Está estrechamente relacionada con el reconocimiento y el autorreconocimiento de las injusticias.
Durante una semana se realizan distintas actividades agroecológicas como limpieza de cultivos, camas biointensivas, etc. A continuación describiré mi experiencia al compartir con una de estas brigadas en Santo Tomás – departamento de Chontales – en el Instituto Agroecológico Latinoamericano. IALA- IXIM ULEW
Conciencia crítica – creatividad – protagonismo - solidaridad
El poder de los símbolos
Un día en una brigada agrocultural de la ATC inicia con música revolucionaria desde las 5 am resonando en un parlante grande. Esto sin duda motiva. De todo lo que escuchamos me resuenan los versos de Víctor Heredia:
“Tengo un poema escrito más de mil veces.
En él repito siempre que mientras alguien
proponga muerte sobre esta tierra
y se fabriquen armas para la guerra,
yo pisaré estos campos, sobreviviendo”
Antes de ir a trabajar nos reunimos para realizar la mística, un ejercicio de conexión emocional y cognitiva con la historia y la lucha del movimiento campesino latinoamericano, algunas consignas presentes son:
“No cambiemos el clima, cambiemos el sistema”
“Con la mujer en la casa, la reforma agraria se atrasa”
“No somos aves para vivir del aire, ni somos peces para vivir del agua, somos hombres y mujeres para vivir de la tierra”
Bernardino Díaz Ochoa
Participar de este momento antes de ir a trabajar la tierra brinda una fuerza emocional que genera disposición al trabajo y unión con el grupo. También mientras trabajamos en el campo hay algunos momentos similares:
“Alerta, alerta, alerta que camina, la lucha campesina por América Latina y tiembla, y tiembla y tiembla imperialismo que América Latina será toda socialista”.
Además de trabajar la tierra, se realizan recorridos a los lugares y también cooperamos pintando un mural. En el transcurso del día ocurren otras experiencias pedagógicas no planificadas como entrevistas espontáneas entre las/los participantes, intercambio de escritos, música, objetos, fotografías, poesía.
“En Nicaragua, una serie de políticas dirigidas hacia la reestructuración de la agricultura con una visión sostenible, sentaron las bases para que en abril de 2011 fuera aprobada la Ley No. 765 de Fomento a la Producción Agroecológica u Orgánica mediante la regulación, promoción e impulso de actividades, prácticas y procesos de producción con sostenibilidad ambiental, económica, social y cultural que contribuyan a la restauración y conservación de los ecosistemas, agroecosistemas y manejo sostenible de la tierra. La ley fue reglamentada en el año 2014, mediante el Decreto reglamentario No. 2/12 - Reglamento general de la Ley Nº 765” (FAO 2014 P.17)
La agroecología es más que un sistema de producción. Es transición, es cuestionarnos actitudes impositivas como técnicos/as, es escucharnos para poder preguntar y compartir, para comprender. “No llegas donde alguien que tiene 1 manzana a exigirle que de un día para otro no utilice químicos, le pedís que te ceda un surco y en ese pequeño surco sembrás sin químicos, es un proceso” Carlos, un venezolano, parte del equipo del IALA, explicaba esto mientras arrancaba frijoles. “No practicamos la agricultura orgánica para una clase, sino por el derecho a la tierra”. Como dijo el comandante Daniel: “ya no se tiene el fusil ahora tenés un chancho, una vaca, la herramienta”.
Un hecho del que muy poco se habla, es que Nicaragua es admirada internacionalmente por la libertad de producir, guardar y distribuir sus propias semillas. Situación radicalmente amenazada en otros lugares como la Unión Europea, donde además la mayoría de países no firmaron la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales, aprobada en diciembre 2018. Cabe mencionar que Miguel D’Escoto, ex ministro de relaciones exteriores de Nicaragua, ejerció una presidencia revolucionaria en la asamblea de la ONU en el año 2008, con profundos cuestionamientos al modelo económico imperante y movilizando luchas de base como la Vía Campesina.
Radiografías de la solidaridad internacional
Las/los internacionalistas tienen un propósito claro. Observan los problemas de sus países. Lo sé porque los describen. Algunas/os son parte de las luchas por las vidas de personas negras, otras/os luchan por la independencia de los países de donde sus familias son originarias (por ejemplo, Puerto Rico), otras/os por la agroecología y otras/os por el respeto a territorios ancestrales (destrucción de cementerios de personas esclavizadas para la especulación inmobiliaria). Pero también comprenden la responsabilidad internacional de sus países con el nuestro.
En algún momento escuché la conversación entre dos jóvenes de la brigada. Hablaban de la importancia de la confianza y el cuido entre ellas/os para la sobrevivencia de sus movimientos, de estar al tanto de si todas/os satisfacen sus necesidades básicas. Destacaron que tienen que sobrevivir a la presión de movimientos de extrema derecha que en Estados Unidos tienen total poder en el gobierno. También hablaban de su aprecio por los espacios de recreación en Nicaragua “en la ciudad donde vivo las personas que tienen el dinero pueden ir al centro comercial” y admiraron la dignidad de la vida y el trabajo en el campo en Nicaragua.
Esto me hizo constatar que la Cooperación Genuina es: (1) un aspecto del encuentro solidario que implica compromiso, propósito, encuentro, acción, resultado o bien (2) es el motor que mueve a la solidaridad, como resultado de la vivencia que ya ocurre en sus contextos. Una vez que la propia experiencia se ha nombrado y sistematizado, se transforma en necesidad de conocer los otros contextos que sufren de la misma opresión. Implica comprometerse para hacer la propia lucha más fuerte, más allá de una responsabilidad personal. Es una secuencia o una extensión de la propia lucha.
La cooperación genuina como acción político-pedagógica es atravesada por la solidaridad en todos sus pilares. Teniendo a la solidaridad como eje nos escuchamos para interpretar las diversas experiencias, preguntarnos sobre ellas para profundizar y poder comprendernos y descubrirnos, nos disfrutamos al sabernos similares en la lucha, compartimos rabias, alegrías y anhelos, nos comprometemos a continuar luchando, a entablar diálogos a través de las distintas plataformas virtuales, escribir, comunicar, acompañarnos en este proceso. En este sentido la comunicación política se vuelve también fundamental, a través de ella nos integramos materialmente a la lucha, la herramienta que da vida al encuentro recién ocurrido. Además de transmitir a otros lugares lo vivido y no contado del país, permite formar políticamente al dar voces y reflexionar.
En la solidaridad hay pistas para una cooperación internacional genuina. Tal como lo plantea Van de Velde: “la cooperación internacional (...) - una- se trata de una visión intervencionista, mientras que la segunda se propone “acompañar procesos” y se basa en una visión de compartir con incidencia mutua”. Coincide también con la afirmación de Rosa María Torres, en que “se trata de construir el marco para una genuina cooperación internacional, lo que implica dos operando juntos, con diálogo, respeto, aprendizaje y aporte de ambos lados, trabajando para cambiar, no las manifestaciones de los problemas, sino sus causas, algunas de ellas situadas en el Norte y en la relación Norte-Sur.”
Partir de estructuras de justicia compartidas permite establecer relaciones de cooperación en igualdad de condiciones. Este intercambio me permitió a mí, joven ciudadana nicaragüense, comprender la relación estrecha que históricamente se construye entre el pueblo de Estados Unidos y el pueblo de Nicaragua. Entre pueblos.