Por eso, mientras que los Estados Unidos en abril del año pasado le decían a las autoridades de Nicaragua que dejaran a los golpistas de aquí campear a sus anchas, a los manifestantes de Honduras hoy les piden que se calmen, que deben resolver sus diferencias de forma pacífica y que deben respetar al "orden público" --una policía y un ejército que ellos mismos financian con abundantes recursos y hasta con una base militar. Es difícil encontrar un ejemplo más certero de eso que llaman doble moral.
Una prueba de la política a la medida practicada por el Departamento de Estado imperial. |
HONDURAS HOY