lunes, 30 de noviembre de 2020

Izquierda Visión: La crisis política en el imperio

Marcio Vargas entrevista a Jorge Capelán en la última edición de Izquierda Visión. El tema: Todo sobre la actual crisis política en los Estados Unidos.

viernes, 27 de noviembre de 2020

Adiós Diego, soldado de Daniel


En esta edición de Estudio TN8 los periodistas Erving Vega, Celia Zamora, Arlen Hernández y Jorge Capelán comentan los acontecimientos de la semana, como la partida del inmortal Diego Maradona, los daños causados por Eta y Iota, las buenas noticias en el plano económico y mucho, mucho más.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Se murió D10s sin barbijo

Era lógico que el Diego tenía que morir ahora, maldita sea. Tenía que morir el año que decretaron los estadios vacíos. No lo mató la covid, lo mató la cuarentena. "De ahora en adelante el mundo no será lo que fue", nos dice el jefe del G7. Los estadios estarán vacíos, por eso murió Maradona. El Diego siempre odió al G7, les dijo lo que eran en su cara. Necesitan "un nuevo mañana", sin Diegos, sin "Manos de Dios", sin esperanza. Los que quieran eso, que vivan la vida con barbijo.

"Ayuda" a Guaidó, robo a Venezuela y subversión planetaria

Por Jorge Capelán
managuaconamor.blogspot.com

Desde el año 2017 hasta inicios de 2020 la USAID de los Estados Unidos había destinado más de $656 millones en apoyo directo al írrito gobierno del usurpador Juan Guaidó en Venezuela. De esa suma, unos $467 millones irían destinados a "apoyar a los venezolanos que han huido de la crisis y a las comunidades de toda la región".

Entre estos fondos no se encuentran otras partidas de la USAID, por ejemplo en octubre de este año se conoció que los Estados Unidos había "descongelado" 80 millones de dólares de dinero venezolano para financiar a través de la USAID a todos los diputados leales a Guaidó en la Asamblea Nacional en desacato. La partida incluye desde el pago de salarios de hasta 5 mil dólares mensuales retroactivos a los asambleístas, así como viáticos, etcétera, hasta pagos de algunos cientos de dólares para los operadores de la operación golpista en los barrios - todo con el consabido diezmo a la organización del "presidente encargado".

Lo novedoso de todo este financiamiento desestabilizador realizado con dinero del pueblo venezolano es que ahora involucra a organismos multilaterales y de las Naciones Unidas.

En un comunicado conjunto, el BID y la Usaid informan que 2 millones de dólares serán repartidos entre cinco proyectos destinados “a programas de empleo, creación de puestos de trabajo y servicios financieros que ayuden a los venezolanos”.

El objetivo no es el de "ayudar" a las y los venezolanos en el exterior porque si verdaderamente quisieran hacerlo no tendrían que gastar un solo centavo sino más bien levantar el bloqueo y dejar de robarle sus recursos al Estado Venezolano. Se se hiciera eso, en muy poco tiempo veríamos un éxodo de venezolanos de regreso en su amada patria.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la agencia de desarrollo de Estados Unidos, Usaid, han premiado con dos millones de dólares a 5 proyectos de Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Venezuela a través de "Juntos es mejor", una plataforma una plataforma en la que jóvenes emprendedores de esos países ofrezcan ideas innovadoras sobre cómo "ayudar" a los venezolanos que han salido del país víctimas de la crisis impuesta por las políticas de los Estados Unidos y por una incesante propaganda que les vende el extranjero como el medio de huir de las penurias del bloqueo occidental contra el país bolivariano.

Los proyectos son:

- Hola América, una plataforma de innovación social con el supuesto fin de dar impulso a los emprendedores venezolanos en América Latina. El proyecto consiste en darles capacitación y recursos para que puedan establecerse en el mercado local y expandir sus negocios a otros países de la región. Hola América está a cargo de "organización social chilena" 2811, una fachada de la red Ashoka del magnate fundador de E-Bay Per Omydiar y socia de la omnipresente red Open Society Foundations del magnate George Soros famoso (además de por haber quebrado el Banco de Inglaterra y hundido a la corona sueca), por su impulso a variadas "revoluciones de colores" al servicio de la OTAN a lo largo y ancho del mundo, desde Yugoslavia y Ucrania hasta... Venezuela y Nicaragua.

- A Casa, de la ONG brasileña del mismo nombre en conjunto con con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), dice buscar promover el emprendimiento y ayudar a perfeccionar las habilidades artesanales de los migrantes venezolanos de la etnia indígena Warao en las ciudades de Pacaraima, Boa Vista, y Manaos, fronterizas con Venezuela.

- Bootcamp en manejo de datos para la inserción laboral, de la ong CDI Chile lanzará una plataforma de estudios destinada a “cientos de migrantes venezolanos para capacitarlos en el manejo de datos y servicios de colocación laboral que les brindará acceso a oportunidades de trabajo de alta calidad”.

Las otras dos iniciativas (a cargo de ONG no identificadas ni por el BID ni por la Usaid) tienen lugar en Colombia y en la propia Venezuela. El motivo por el que las ONG ejecutoras no son identificadas es obvio: se trata de iniciativas que directamente violan la soberanía venezolana.

En Colombia el proyecto lo lidera “una organización que facilitará a migrantes venezolanos el acceso a tecnologías que incrementarán la eficiencia y efectividad de sus transacciones financieras y envío de remesas”. En el otro proyecto “una organización local utilizará fondos de Usaid para lanzar el piloto de una solución de software que permitirá a los venezolanos el acceso confiable a noticias y otros recursos informativos”.

Ahora que con la pandemia como pretexto se multiplicarán las iniciativas de los países imperiales para coartar la libertad y la soberanía de los Estados imponiéndoles onerosas condiciones para acceder a todo tipo de financiamientos y ayudas, alertamos acerca de todas las prácticas reñidas con la ética que este tipo de situaciones puede traer aparejado.

Especialmente alertamos acerca del grave peligro de que a través de la aceptación pasiva de parte de la "comunidad internacional" se normalicen comportamientos altamente delictivos como los de Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Europea con los recursos del Estado venezolano.

La puerta está abierta para que en la práctica se instaure un sistema de doble rasero en el tratamiento de los países en los organismos internacionales dependiendo de si son definidos como amigos o blancos de las potencias occidentales.

Es de hacer notar que una eventual victoria electoral del Partido Demócrata en los Estados Unidos no hará nada por revertir esta tendencia, al contrario, la acentuará si tomamos en cuenta las recientes declaraciones del virtual presidente electo Joe Biden en el sentido de que EE.UU. reafirmará su papel como líder global "en el Pacífico, el Atlántico y a lo largo del mundo". 

martes, 24 de noviembre de 2020

Podcast: Navidad en Nicaragua



En este episodio, el número 39 de DE MANAGUA CON AMOR hablamos con el experto en la cultura nicaragüense Wilmor López sobre las celebraciones decembrinas en la tierra de Sandino y Darío.
 

viernes, 20 de noviembre de 2020

Nicaragua enfrenta los estragos de Iota con fe en el futuro, solidaridad y amor

Los periodistas Erving Vega, Arlen Hernández, Fabiola Amador y Jorge Capelán hacen un repaso a los acontecimientos de esta semana informativa que estuvo signada por el paso desbastador del huracán Iota, discutiendo acerca de los daños, de lo mucho que se ha avanzado en el país en materia de defensa civil, de los retos que se tienen por delante, de la criminal demagogia de la derecha golpista y mucho, mucho más. También hablan sobre temas internacionales, desde las protestas masivas en Europa por las medidas de cuarentena implementadas contra la covid-19 hasta la destitución del jefe de carabineros en Chile y la situación política en Estados Unidos.

viernes, 13 de noviembre de 2020

Estamos listos para enfrentar la nueva tormenta en el Caribe

 

En esta edición de Estudio TN8, los periodistas Erving Vega, Celia Zamora, Arlen Hernández y Jorge Capelán hacen un repaso por los temas más importantes de la semana, en especial la recuperación tras el paso del huracán Eta y la nueva tormenta tropical que se está formando en el Caribe.


jueves, 12 de noviembre de 2020

¿Y por qué Daniel?

 

El fallecido periodista
Marcio Vargas Aguilar
junto al Comandante
Daniel Ortega Saavedra.

Por Marcio Vargas Aguilar
cuadernosandinista.com

Hay quienes me han preguntado en estos días por qué no escribo sobre la candidatura presidencial de Daniel Ortega Saavedra. Que si estoy de acuerdo en que tenga la oportunidad de ser candidato y así poder ser reelegido, o si no estoy de acuerdo.

La primera vez que lo vi yo era un adolescente estudiante universitario, y él muy joven pero no tanto como yo, mantuvo su rostro firme ante un juez que le negó la posibilidad “legal” de salir libre a mitad de condena tras cinco años de estar preso y torturado desde noviembre de 1967.

Su madre, doña Lidia, tampoco lloró, pero le faltó poco. Fue empujado sin miramientos hacia la llamada “zaranda” y devuelto a La Aviación a seguir preso.

Sólo le vi un gesto de gran ternura al despedirse de largo de su madre y de un periodista amigo suyo, hoy ya fallecido, William Ramírez, quien escribió una bella crónica de ese momento. Luego, gracias a mi amistad de tiempos del diario La Prensa con Rosario Murillo, pude conocerlo más de cerca.

Estuve muy cerca suyo en la Plaza de la Revolución el 20 de julio de 1979, y estuve junto a él cuando la Junta de Gobierno asumía formalmente el poder , en un cuartito dentro del Palacio Nacional, hoy Palacio de la Cultura.

Hablé largamente con él cuando llegó a las instalaciones de lo que fue el diario de los Somoza, Novedades, y le entregué numerosos documentos secretos recuperados ahí, mientras hablamos bastante de periodismo y de Rosario, a quien él sabía que yo conocía años atrás.

A partir de entonces, una vorágine de encuentros y desencuentros propios de un trabajo al tope revolucionario y frente a una horrorosa guerra de agresión.

A mí me tocaba ser el editor jefe de Barricada, es decir , amanecer ahí poniendo títulos, revisando textos, buscando fotos y esperando los primeros ejemplares en salir de la rotativa para dormir unas horas y volver al trabajo, a estudiar a la escuela de cuadros, a dar clases en el sindicato, a entrenar militarmente, a reuniones de reuniones, y a volver a editar cada tarde y noche a Barricada y de paso, con “suerte ”, tal vez posta en el barrio y puesto de mando en la empresa.

Había nueve miembros de la Dirección Nacional del FSLN que pretendían dirigir el periódico. Encima otros funcionarios que se las daban de alto vuelo como Sergión o el propio Chamorrín, por ejemplo, o bien, el secretario de la DN, René Núñez, quien tenía mucho poder en aquellos días. Era como el número diez de la DN, creo yo.

Con al menos uno de ellos había que enfrentarse cada noche a discutir sobre el contenido del periódico y cómo iban las fotos y los títulos y etcétera. Muchas veces largas peleas, otras con suerte, coincidencias rápidas y felices.

Con Daniel me pasaba algo especial. Casi siempre que él me buscaba para alguna decisión, era de algo que iba en contra de mi opinión. Y se armaba el debate.

Pero tanto Daniel como yo usábamos un trato afable y de respeto, mas era impresionante para mí encontrarme con un muro de acero ante su decisión. Me escuchaba los argumentos diciendo a intervalos “ ajá, ajá, ajá” , y al final de mis alegatos me decía: “sí, te entendí, pero va como te dije ” . Y volvía yo con nuevos alegatos y al final “ Ajá, yo te entiendo Marció, pero me pones el marquito que te dije y la foto aquella” . Y vuelta yo: “Pero, hombre, si podemos hacer tal y cual cosa y se verá mejor y más convincente y bla bla bla” . Daniel imperturbable, no se cansaba de escuchar mis argumentos, pero menos que se cansara de imponer lo que ya había decidido y no habría forma de cambiarlo. Fue así siempre y de ahí que tuvimos encuentros y desencuentros, los que casi siempre ayudaba a desenredar mi amistad con Rosario.

De Daniel recuerdo decenas de viajes en que le acompañé como periodista presidencial. Era un líder político jovencito al lado de digamos Belaunde Terry en el Palacio de Pizarro en Lima, o ante el ancianito Bresnehv en Moscú, pero parecía un estudiante de maestría por ejemplo en sus visitas a la Universidad de Harvard adonde debía enfrentar a una jauría de estudiantes de Derecho Internacional ávidos para saber de los sandinistas, de Sandino, de Nicaragua, de la guerra…

En debates memorables en clubes exclusivos de San Francisco o de Bonn o México, o Londres, o Brasilia, o París, o Bogotá, o Roma, o Madrid, ante pensadores derechosos que se las daban de los grandes sabios, el muro inexpugnable del pensamiento rectilíneo de Daniel terminaba por imponerse…, o al menos evitar que se impusiera otro. Todos se cansaban ante el “ ajá, ajá, ajá, pero los sandinistas pensamos así” , y punto.

Lo recuerdo en la ONU tantas veces y con tantos líderes, y en Delhi con Indira Ghandi, en La Habana con Fidel, en Hanoi con Giap, o en Caracas con el bandido de Andrés Pérez y el tal Lusinchi, en Washington con la crema y nata del gobierno y de la Crema y nata del Congreso yanque, o en la definitiva reunión de Centroamérica en Guatemala con un tipejo de apellido Arias que trataba de evitarlo, y un gritón, pero medio simpático, Napoleón Duarte, que le saludaba en público pidiendo que dejara de enviar ayuda al FMLN, o cosas así.

En largas giras por decenas de ciudades en Estados Unidos, adonde no había tiempo ni para estrenar las camas de los hoteles, pues era del avión, a los carros, a las actividades y de nuevo al avión, recuerdo que a Daniel le gustaba hacerle bromas pesadas a los agentes del servicio secreto que eran los mismos de Reagan, encargados de su seguridad personal, junto con nuestros propios agentes encabezados casi siempre por el desaparecido Chombito y por Alí (Rivas Vallecillo), quien ahí sigue, siempre activo y sonriente.

Las bromas consistían en cambiar la agenda de actividades de un momento a otro o bien bajarse en cualquier lugar, frente al Radio City Music Hall, por ejemplo, de una ciudad como Nueva York, sin avisar previamente a los grandulones cheles con sus audífonos y micrófonos bajo sus relojes, y sus lentes y trajes oscuros.

Una vez, en una enorme quinta de varias hectáreas de terreno de un magnate de Hollydowwd que nos prestaron para dormir , luego de acompañar a Daniel en mil actividades con estrellas de cine muy famosas, hasta la medianoche…, ya apenas en la mañanita, a las 5 am, con bastante frío, todo mundo a correr , y Daniel salió a correr y los agentes del Servicio Secreto a correr con saco y zapatos de cuero.

Eso no volvió a ocurrir , los tipos de seguridad aprendieron la lección y andaban dos equipos, uno para las reuniones y otros vestido y listos con tenis para las carreras de ejercicios, que se volvieron famosos con fotos desde el Central Park.

Ah…, pero recuerdo muy especial es el de Daniel el día de la derrota electoral del FSLN en 1990. Su día sublime como líder.

Y luego en la reunión famosa con los cuadros del FSLN en el auditorio hermoso del edificio Olof Palme (crónica que tengo pendiente, y que me pidió Daniel), y luego el inicio del acaloramiento de los debates en la reunión del Crucero, y luego más y más, y la traición de los MRS en la Asamblea y en el Congreso del FSLN, y la traición de Vilma Núñez que soñó) o aún sueña diría su hermano chistoso León, por el figureo de ser presidenta de Nicaragua o candidata al menos…, y tantas vueltas y revueltas, idas y regresos y Daniel siempre ahí, firme, diciendo “ ajá, ajá, ajá, pero no, vamos por aquí mejor” , y siempre por ahí.

Había mucha confusión, unos iban y volvían, y otros volvían sólo para irse definitivamente, pero Daniel siempre estuvo ahí. Y creo que nunca en la historia de Nicaragua un líder político en la oposición fue acusado de tantas cosas horribles posibles en libertinaje y odio de prensa como lo fue y lo ha sido Daniel, y sin embargo, me parece oírlo, ante las acusaciones en infames calumnias: “ ajá, ajá, ajá,,,, pero es mentira, hom” . Y Ya.

Daniel no fue “puesto ” ahí como el líder del FSLN, sino que se ganó a pulso y con mucho sacrificio el liderazgo que hoy nadie le discute, creo que ni sus peores adversarios discuten ese liderazgo. Dicen que así era Carlos. Seguramente…, no me extrañaría. Terco indeclinable sempiterno, como lo describe Tomás. Daniel siempre siguió en la línea del FSLN y si hoy por ejemplo algunos compañeros y “amigos” le alegan que no debería hablar tan mal de los yanques en la cara de Obama o evitar decirle cuatro verdades en la UNAN a los medios de comunicación más poderosos del país, podrán decirle que “ quizás no es muy diplomático” , y esto y el otro, pero Daniel les contestará a cada argumento “ ajá, ajá, ajá, pero lo que dije es la verdad ¿o no?” .Creo que ante las boberías seudojurídicas que alegan los opositores sobre la oportunidad de recibir votos suficientes para reelegirse como presidente de Nicaragua, la pregunta en el FSLN no es ¿por qué Daniel?.

Creo que la pregunta correcta y única para el FSLN es: ¿Por qué no Daniel?.

!Con Tod@s, y por el Bien de de Tod@s!

Siempre más allá

Patria y Libertad

lunes, 9 de noviembre de 2020

EEUU: “Ten cuidado con lo que deseas” (lo podrías conseguir)

Olivier Douliery/AFP/Getty Images

 

Por Jorge Capelán

El día sábado los organismos de la dictadura mediática occidental proclamaron ganador de los comicios en Estados Unidos al demócrata Joe Biden y el mundo pareció estallar en júbilo ante el fin de la era del "loco de Trump" tal y como se encargaron de retratar al todavía presidente los poderes mediáticos realmente existentes, desde NetFlix hasta la CNN, incluso con el apoyo de la progresía socialdemócrata planetaria.

En lo que respecta a Donald Trump, el "trumpismo" y la política del imperio, podemos constatar que existe un grave caso de confusión de las formas por el fondo. La mayoría de los observadores se han conformado con consumir las diversas (aunque monótonamente similares) versiones de Trump brindadas por los medios corporativos occidentales, entre ellos FoxNews, que muchos toman por "medio de Trump" pero en realidad no lo es. En resumen, se puede decir que el mundo ha conocido a Trump a través de las publicaciones de o sobre él que no han sido censuradas por Facebook y Twitter.

Lo que pocos han tratado de hacer es: 1) Pasar por alto los exabruptos verbales de Trump para entender qué es lo que en realidad está diciendo a propios y extraños y 2) Comparar sus acciones con las acciones estándard de los presidentes anteriores, que al entregar Obama la Casa Blanca nos heredaron un mundo con 8 guerras de alto calado: Libia, Siria, Somalia, Paquistán, Afganistán, Irak, Donbass (Ucrania) y Yemen. El "loco de Trump", por otro lado, es el primero en los últimos 60 años que no ha iniciado una guerra y el único que ha dicho que quiere desmontar la OTAN.

"El mundo respira": Se libró del "loco de Trump" para poner en su lugar a un presidente "sano". De hecho, Joe Biden, es notorio por ser un corrupto peon de las grandes corporaciones, “el senador de las empresas de tarjeta de crédito” del estado de Delaware.

Un lugar común que se repite constantemente estos días es que con la designación de Biden como presidente se abre un nuevo y mejor período para el mundo, que de ahora en adelante podrá concentrarse más el la salud pública y el cambio climático y menos en los inmigrantes. Lamentamos no compartir tan brillantes pronósticos. Biden se opone a abolir la desastrosa práctica de “fracking” de las grandes corporaciones petroleras, apoyó la decisión de Obama de abrir el Ártico a la exploración petrolera y trabaja para fomentar un “Nuevo Trato Verde” en base a acuerdos que favorecen soluciones corporativas y financieras al calentamiento global.

Biden ha dicho públicamente que no apoya atención de salud universal. Biden y Obama negaron su apoyo a más de 5 millones de ciudadanos que perdieron sus casas después del colapso financiero de 2008. Últimamente apoyaba el traslado de la riqueza más grande en la historia de la humanidad a favor de las élites corporativas y financieras en Estados Unidos con el mal llamado CARES Act. Este CARES Act rescató al sector plutócrata estadounidense de las secuelas financieras de la pandemia del COVID-19 pero apenas dejó algunas migajas de subistencia para la gran mayoria de la población.

En la política exterior de la administración de Obama, Joe Biden apoyó, votó a favor de e incluso participó activamente en prácticamente todas las guerras del imperio de los últimos 30 años: Ampliación de la OTAN a Europa del Este, las guerras de Yugoslavia, la guerra de Kosovo, Afganistán, Irak, Libia, Ucrania (donde convirtió a su propio hijo en magnate del gas, un escándalo suprimido por Facebook, Twitter y los grandes medios corporativos), Yemen... Aquí en Nicaragua le debemos "agradecer" a Biden el traicionero golpe de Estado del año 2018 ya que la administración Obama (de la que fue vicepresidente) desde el inicio estuvo organizando, financiando y dirigiendo el criminal (y por suerte derrotado) intento de subvertir la voluntad del pueblo nicaragüense. Durante largos años la embajadora de Washington en Managua, Laura Dogu, hacia afuera exhibió una cara angelical y habló de cooperación y diálogo, mientras que puertas adentro de la embajada repartía millones de dólares para la destrucción de Nicaragua.

De ser electo Joe Biden Presidente de los Estados Unidos, pensamos que se abre una etapa de serias amenazas para la humanidad y de renovados vientos de guerra por la combinación de cuatro factores: 1) El indetenible descalabro de la economía estadounidense, y en especial el progresivo declive del dólar como moneda de reserva mundial; 2) La agudización de las tensiones al interior de los propios Estados Unidos, un país desgarrado por conflictos de todo tipo con una organización política (unión de Estados) que no permite la resolución pacífica de los mismos (por ejemplo: ¿qué estado estaría dispuesto a renunciar a sus privilegios en aras del bien común?); 3) La agenda agresiva de los sectores globalistas que apoyan a Biden (Wall Street, Sillicon Valley, Hollywood, los medios y la "comunidad" de inteligencia) y 4) El peligro inminente de que estalle una guerra civil que de hecho en las actuales condiciones se convertiría en guerra mundial, cuando no global (las actuales elecciones, que han forzado al mundo entero a tomar partido por uno u otro bando, son un ejemplo de lo que podría venir).

El poder obtenido por los Demócratas en estas elecciones no le permitirá a Biden gobernar en paz, ya que los Republicanos probablemente retengan su mayoría en el Senado y aumenten su minoría en la cámara de representantes. Por sobre todas las cosas, tienen control de la Corte Suprema, lo que dificultaría en extremo hacer cambios, sobre todo aquellos que afecten los intereses de los sectores religiosos. En lo que respecta a los Estados de la Unión, la polarización política no podría ser mayor (con las costas este y oeste apoyando a los Demócratas y el centro del país a los Republicanos), e incluso la situación a lo interno de los Estados muestra enormes diferencias de orientación política entre las áreas urbanas y rurales.

El "trumpismo", como movimiento sociopolítico con arraigo en la clase trabajadora no se ha debilitado, al contrario. Una cantidad récord de gente salió a votar, pero lo hizo por uno u otro partido, desbancando así el mito de que una mayor participación electoral significaría una automática caída de los Republicanos. Los analistas superficiales señalan que Biden obtuvo una votación muy superior a la de Trump entre las minorías y las mujeres, pero Trump es el candidato republicano más votado por esos grupos desde 1960 aumentando en vez de disminuir ese apoyo con relación a las elecciones de 2016. El único grupo socioeconómico entre el que Trump perdió votantes con respecto a los anteriores comicios fue el de los hombres blancos con educación universitaria, mientras que entre los demócratas se ha fortalecido el voto de la clase media, especialmente entre las mujeres blancas con estudios.

En general se puede decir que la victoria electoral de los Demócratas es bastante pírrica y se da en condiciones de fuerte desgaste y con importantes alturas del poder (Senado y Corte Suprema) en manos Republicanas. En la calle, la base política que han movilizado los Demócratas apelando a una fuerte radicalización de los discursos de ciertos grupos (por ejemplo, las consignas de "desfinanciar a la Policía", el "derecho al saqueo" y otras) no dejará de ventilar su descontento con Biden, para nada caracterizado por la promoción de políticas progresistas, tal y como se encargó de demostrarlo Bernie Sanders en sus debates con Biden durante las primarias del partido demócrata. En la acera de enfrente, los partidarios de Trump se volverán aún más beligerantes, especialmente en la medida en que el gobierno Demócrata haga más estrictas las medidas de confinamiento y las restricciones con el pretexto de la pandemia de Covid-19 en apoyo a la agenda globalista promovido por el Foro Económico Mundial del “Gran Reajuste”.

Los analistas superficiales han cometido el error de tomar por válida la versión de Donald Trump que dan los medios monopólicos occidentales convirtiéndolo a él y a todos sus seguidores en una manada de retrógrados "negacionistas" de todo. Según esta versión Trump es lo que Hollywood, la CNN y FoxNews dicen que él es. En realidad, estos medios esconden, caricaturizan, marginan y criminalizan todo lo que Trump y sus seguidores dicen y hacen, mientras en cambio suprimen la histórica traición de las mayorías por el partido Demócrata desde la primera presidencia de Bill Clinton.

Otro error que se comete es el de tomar por propias de Trump declaraciones hechas por muchos de sus funcionarios que a menudo han resultado ser enemigos jurados suyos, como es el caso del ex asesor en política internacional John Bolton, o las de aliados suyos, como las del secretario de Estado Mike Pompeo, un hombre directamente vinculado al sector energético y gasífero y al lobby antichino, únicas facciones de intereses imperiales de cuyo apoyo depende Donald Trump.

No se puede decir que Trump sea un fascista aunque parte de sus seguidores tengan una ideología neonazi o supremacista. La diferencia entre el fascismo y cualquier otro movimiento pintoresco es que aquel es un producto de la burguesía y el imperialismo. El fascismo es nihilismo, reacción y autoritarismo más voluntad de poder imperial -- una voluntad de poder no basada en meras ideas y ambiciones, sino en fuerzas e intereses materiales. No se puede entender a Mussolini sin la intervención militar en Libia y sin los planes de restaurar el imperio romano. El fracking, el "big oil" y el "stop China" hoy no bastan para una agenda de dominación global. Los sectores decisivos hoy en día son los globalistas: las finanzas, el "big data", la tecnología, el "big media", etcétera, es decir, todos los sectores que se han coludido para apoyar a Biden.

En este contexto, el "Make America Great Again" salido de la boca de un presidente que promete "terminar con las guerras interminables" y "dejar de financiar a la OTAN" no significa una restauración del imperio estadounidense sino más bien la promesa de recuperar un pasado mítico de fortaleza económica, productiva, política y moral de la nación. Donald Trump es en realidad un populista de derecha. No tiene apoyo de la vieja guardia dominada por los neoconservadores del partido, que más bien apoya a Biden. Es un millonario inconformista de la élite, pero representa a amplios sectores de la clase trabajadora que lo apoyan desde perspectivas muy diversas, la mayoría de ellos profundamente desconfiados de todas las narrativas que vengan de lo que perciban como centros de poder y autoridad modernos.

Muchas de las personas que participan en los mítines trumpistas no lo hacen por motivos ideológicos. Los analistas cuya lente haya estado coloreada por los medios hegemónicos, en las manifestaciones de apoyo a Trump solo ven a un montón de nazis, negadores del cambio climático, misóginos, fanáticos religiosos, creyentes en la tierra plana y gusanos de Miami. No son capaces de ver los miles de rostros de personas de clase trabajadora hartas hasta la coronilla de las promesas progresistas de los últimos 50 años que han resultado en el constante retroceso del salario real y de las oportunidades de vida y en más y más guerras.

No son capaces de ver los miles y miles de rostros de todos los colores de trabajadores cuentapropistas y precarios impedidos de salir a ganarse el pan de cada día a causa de las draconianas medidas de la cuarentena. Se ríen de las quitas de impuestos de Trump pero no ven que esas quitas para muchos significan un alivio (aunque ese alivio en realidad sea mucho mayor para los más ricos). Ignoran o ridiculizan medidas como el alivio de las deudas de los estudiantes o la importante baja en el precio de las medicinas, o incluso el mero hecho de que se hayan creado más puestos de trabajo (por peor pagados que estos estén), pero para sectores populares cansados de décadas de promesas vacías de políticos del "establishment" demócrata y republicano, esas medidas representan logros concretos que defender. 

Los detractores de Trump se sienten ultrajados por la negación del cambio climático, pero no quieren entender lo que la gasolina barata significa en la conciencia de amplios sectores populares (en este sentido, solo necesitamos reflexionar sobre lo difícil que ha sido eliminar los fuertes subsidios a los hidrocarburos en Venezuela, una medida económicamente imperiosa pero políticamente muy impopular).

El “trumpismo” es un populismo, pero de derecha. Es anticomunista, antisocialista, conservador (aunque no totalmente fanático religioso), es nacionalista burgués (aunque no totalmente racista, como dice la CNN), es antifeminista (aunque no contrario a la participación de las mujeres). Es un movimiento lleno de desconfianza a todo lo que sea tecnocracia e ingeniería social –una desconfianza para nada falta de base en un mundo en el que se ha mercantilizado absolutamente todo. Es verdaderamente increíble como amplios sectores de la opinión mundial hoy en día se aferran a una concepción abstracta (metafísica) de “la ciencia” como algo puro e infaliblemente exacto cuando se sabe que ese ideal hoy en día ha sido totalmente supeditado a intereses capitalistas monopólicos.

Esto es cierto, especialmente en la medida en que las empresas multinacionales cada vez se han hecho más cargo del financiamiento de las universidades. La mayoría de los científicos hoy investigan sobre temas que son celosamente guardados bajo siete candados para proteger los derechos de propiedad de sus empleadores en abierta violación al método científico (y a sus propias conciencias como científicos). Lo que campea hoy en el mundo es la propaganda y no el debate científico. ¿Cómo no entender que haya amplios sectores de la población dentro y fuera de los Estados Unidos que sientan una profunda desconfianza de “la ciencia”.

Pero hay otra dimensión de esa desconfianza conservadora hacia la tecnocracia que tampoco es necesariamente reaccionaria: Es la experiencia concreta, vital, de amplios sectores de la población mundial que en los tiempos modernos han sido objeto de todo tipo de intervenciones de parte del Estado “por su propio bien”. Por ejemplo, tan diversos estados como Alemania, Suecia o los Estados Unidos, tienen todo un récord de intervenciones como esterilizaciones masivas, experimentos de todo tipo a gran escala, políticas de eugenesia (no solo por los nazis), políticas a menudo abusivas de separar a los niños de sus padres, etcétera. También la aplicación masiva del “big data” y de la vigilancia de las poblaciones, la implementación de poderosas tecnologías, desde la Inteligencia Artificial hasta la manipulación genética y la profusión de las radiaciones electromagnéticas producto de las modernas tecnologías son otras fuentes de preocupación de sectores que las vinculan a los intereses corporativos.

Quienes (correctamente) condenan al “trumpismo” por su negación del cambio climático a menudo son totalmente inocentes sobre las serias consecuencias ecológicas de muchas de las políticas globalistas, por ejemplo, cómo la profusión del uso de mascarillas ha llevado a un aumento de la presencia de plástico no biodegradable en los océanos y demás fuentes de agua. Las concentraciones en apoyo a Trump son señaladas como “focos de contagio” de la Covid-19 mientras que las mismas aglomeraciones en contra de Trump no son criticadas de la misma manera. La hipocresía no puede ser más evidente y no es para nada revolucionaria.

Pero vayamos ahora a la otra acera, la del movimiento de los “antitrumpistas”, que también tiene arraigo en sectores populares que con toda razón protestan contra el racismo y las medidas neoliberales. Ese movimiento ha sido cooptado por sectores que no tienen nada que ver con agendas populares. Es imposible no ver la profusión de páginas de la Fundación para la Sociedad Abierta de George Soros recabando fondos para el movimiento Black Lives Matter. Es un movimiento dominado por sectores socialdemócratas cercanos al partido Demócrata y por sectores inspirados en diversas variantes del trotskyismo –con perdón de herir ciertas susceptibilidades, ambas corrientes funcionales a los planes de la CIA a lo largo y ancho de la historia moderna.

Hoy en día, en un mundo dominado por las políticas de flexibilización cuantitativa, por la creación de dinero sin respaldo productivo y por el apalancamiento de una gran burbuja especulativa de la mano de las tasas de interés negativas, la socialdemocracia ya no es progresista. La idea de “salirse gastando de la crisis” a través de la creación de dinero sin un respaldo productivo solo es una política demagógica destinada a mantener el poder de una banca que hace rato dejó de cumplir con una función productiva. El poder de esa élite financiera, industrial-financierizada, informática, mediático-ideológica, ya no se puede sostener por la lógica del mercado y debe imponer sus intereses por medio de la dictadura directa de las corporaciones. ¿Cómo? Haciéndolo “por el bien de la humanidad”.

El objetivo del eje globalista Wall Street-Silicon Valley-City de Londres es mantener la supremacía occidental, de eso no debe cabernos la menor duda. Tan poco como los proteccionistas que apoyan a Trump, los globalistas tampoco desean ver a China convertirse en la cabeza principal del nuevo orden mundial. Sin embargo, difieren de los proteccionistas en la forma y los medios de mantener su dominación. Muchas empresas estadounidenses, por ejemplo Apple, están muy cómodas en seguir deslocalizando su producción en Asia en particular en China, lo que les brinda enormes beneficios y un amplio mercado, aún al precio de ver hundirse la competitividad de los propios Estados Unidos.

Lo que están tratando de hacer, especialmente con la pandemia, es patear el tablero de la economía mundial buscando una nueva manera de someter a China en virtud de su dominación del sistema financiero mundial y del dólar que, por el momento pero no por mucho más tiempo, seguirá siendo la moneda de reserva. Si para mantener sus privilegios del 0.01% tienen que prescindir de los Estados Unidos, lo harán, porque su patria es su pertenencia de élite, no un Estado Nación. Apuestan por el Estado Nación global en la forma de los organismos de una Organización de las Naciones Unidas que ya han corrompido de manera muy decidida y la tratarán de reformar a su manera.

Así aspiran a instaurar un nuevo “orden basado en las reglas”-las reglas de ellos- para darle poder a órganos de decisión como, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud, mayoritariamente dependientes del financiamiento de corporaciones privadas y no de los Estados Miembros o a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas dominado por los gobiernos de la OTAN. Utilizarían esos órganos como plataforma privilegiada para la injerencia en un imperio en el que la mayoría de los Estados se han visto reducidas sus soberanías al nivel de las alcaldías a la vez que intensifican sus políticas de contención contra Rusia y China.

El cambio climático que preocupa a las élites corporativas occidentales no es el que preocupa a los pueblos del mundo. En este contexto vale la pena recordar el exabrupto en Twitter de Elon Musk, dueño de la empresa de carros eléctricos Tesla, sobre el golpe en Bolivia: “Nosotros haremos golpes contra quien nos dé la gana...” Musk promueve la colonización humana de otros planetas mientras los pueblos del mundo luchan por un mañana en el que puedan vivir. Las élites globalistas sueñan con dos cosas: Un mundo transformado en su coto de caza privado, en el que de ser posible los pobres no existan físicamente, y una plataforma desde la cual puedan realizar sus sueños de élite, ya sea subirse en “la nube” y alcanzar la vida eterna, irse de paseo a Marte o conquistar el universo. En un mundo en el que los vehículos se manejan solos, el ser humano es cada vez más prescindible.

El primer paso para lograr ese sueño es decirle a la gente: “Quedate en casa”, el segundo es “Tomá este cheque para que te quedés en casa”. El problema es que ese cheque muy pronto será (ya está siendo) comido por la inflación y pronto las medidas para asegurar que la gente “se quede en casa” serán más y más represivas (ya lo están siendo). De más está decir que la implementación de ese proyecto será muy conflictiva, dentro y fuera de los Estados Unidos, ya que tanto el pueblo estadounidense como Rusia y China, se resistirán a él.

No sería extraño que temas como el cambio climático y la pandemia se conviertan en pretextos para la intervención “humanitaria” de nuestros países. En su mínima expresión, por ejemplo, permitirá designar a países que dependen del turismo como destinos seguros o inseguros conforme la alineación ideológica de sus gobiernos. En todo caso, serán utilizados como medio de presión política y extorsión financiera con el fin de que aceptemos el endeudamiento sin límites de nuestros países “porque no queda más remedio”. En última instancia, y argumentando "por derecha o por izquierda", intervendrán en regiones enteras para "poner el orden frente al crimen organizado y la corrupción". Desde los movimientos populares de Nuestra América debemos resistir estos planes con más control directo sobre los medios de producción, más sentido común, más organización y conciencia y con mayor capacidad de desarrollar nuestras propias fuerzas productivas.

domingo, 8 de noviembre de 2020

Podcast: La toma del búnker de Somoza

En este episodio, el número 38 de DE MANAGUA CON AMOR entrevistamos al doctor Lenin Fisher, uno de los mejores historiadores jóvenes de Nicaragua, sobre su obra "La Toma del Búnker de Somoza: 19 de Julio" sobre el papel jugado por el Frente Occidental Rigoberto López Pérez en la lucha por la liberación de Nicaragua.

sábado, 7 de noviembre de 2020

La restitución de derechos durante la "segunda fase" de la Revolución Sandinista

 
¿Qué es la Escuela de Amigos de la ATC?


Charla de Jorge Capelán en el curso de la Escuela Ben Linder de Amigos de la ATC el pasado 19 de septiembre. 


Español (intérprete):


English (original):

Notes in English:

Golpistas buscan impedir la toma de posesión del Pueblo en Bolivia

 

Por Jorge Capelán

A escasas horas de la toma de posesión de Luis Arce en Bolivia el 8 de noviembre, los golpistas redoblan sus esfuerzos para impedir que asuma el nuevo gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) y así se restablezca la democracia interrumpida en noviembre del año pasado a través de un golpe de Estado que costó numerosas vidas y en el que se cometieron incontables violaciones a los derechos humanos.

Fuentes dignas de todo crédito del hermano país nos informan que los ministros régimen de facto de Jeanina Áñez, Arturo Murillo (Gobierno) y Fernando López (Defensa) insisten en sus planes golpistas, entre otras cosas para no tener que responder por los delitos cometidos antes, durante y después del golpe que ejecutaron el año pasado.

Según mis fuentes en Bolivia, entre el 27 y el 29 de octubre Fernando López realizó un viaje privado a los Estados Unidos con el objetivo de reunirse con diferentes sectores que apoyaron el golpe del año pasado, entre ellos con funcionarios y políticos estadounidenses como el senador Ted Cruz. El objetivo de estas reuniones fue buscar apoyo para sus nuevos planes de impedir la toma de posesión de Arce el domingo 8 de noviembre o en su defecto derrocarlo tan pronto sea posible.

Asimismo, y en caso de no tener éxito el plan golpista, López solicitó protección en los Estados Unidos para varios altos funcionarios del gobierno de Áñez (entre ellos él mismo), que estarán siendo juzgados por delitos de corrupción cometidos por el gobierno de facto. El 5 de noviembre la fiscalía de La Paz emitió un requerimiento fiscal para impedir la salida del país de Trujillo, López y otros altos funcionarios del gobierno para juzgarlos de los delitos que se les imputan.

Cuentan las fuentes en Bolivia que al regresar de Estados Unidos, López se reunió de inmediato con Sergio Orellana, comandante general de las Fuerzas Armas, y de dirigentes de la Coordinadora Nacional Militar para ultimar detalles sobre las acciones previstas para el acto de toma de posesión de Luis Arce el domingo 8 de diciembre.

Asimismo, en esa reunión se estableció una Junta Militar golpista compuesta en principio por los generales en servicio pasivo Mario Almeyda Salas, Fredy Bersatti, Chiqui Rojas y otros de apellido Cueto y Aramayo respectivamente, así como por los coroneles Julio César Maldonado y Eduardo Santiesteba y el civil Rolando Descarpontriez.

Por su parte, la presidenta de facto Jeanine Áñez, temiendo ser detenida para enfrentar cargos ante la justicia tras la toma de posesión del gobierno democráticamente electo del MAS, habría planeado huir del país junto a otros altos funcionarios con paradero aún desconocido, aunque se conoce que días antes de las elecciones del pasado 18 de octubre, Áñez se reunió con el embajador de Alemania en La Paz, Stefan Dupler, para negociar un posible asilo político en caso de tener que salir del país.

El vocero del MAS, Sebastián Michel, denunció que el jueves 5 se perpetró un ataque con dinamita contra la casa de campaña de su partido en La Paz, en la que se había encontra el presidente electo, Luis Arce. En los últimos días se han sucedido las protestas de grupos políticos golpistas buscando la anulación de las elecciones del 18 de octubre. 

viernes, 6 de noviembre de 2020

Eta: La Defensa Civil de Nicaragua pasó la prueba

En esta edición de Estudio TN8 los periodistas Erving Vega, Celia Zamora, Arlen Hernández, Fabiola Amador y Jorge Capelán analizan los acontecimientos de la semana, en especial el paso por el país del huracán Eta, así como las elecciones en Estados Unidos, el atentado contra Luis Arce en Bolivia y mucho, mucho más.

domingo, 1 de noviembre de 2020

EEUU, Colombia y la guerra civil

En este episodio, el número 37 de "De Managua con Amor", hablamos sobre Estados Unidos, donde muchos vaticinan una guerra civil y Colombia, donde todo un pueblo lucha por poner definitivamente fin a otra guerra civil que ya lleva más de cinco décadas. Entrevistamos al compañero Camilo Mejía desde Miami Florida y a la compañera Rosiris Charris, de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

Jorge Capelán en ExtraPlus: El contexto mundial actual

    El contexto actual mundial es complicado, pero tiene mucho que ver con las diferencias de concepción entre un mundo unipolar y otro ...