Por Miguel De Castilla
A partir de 2008, todos los 11 de enero son el Día Nacional de la Educación en Nicaragua. La fecha conmemora el día en que la población empobrecida del país logró zafarse de una de las cadenas que le ataban al poste neoliberal, como fue el modelo conocido como de "autonomía escolar", vigente entre 1993 y 2006.
El origen de este hecho extraordinario en la historia contemporánea de la educación nicaragüense, fue el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional con el Comandante Daniel Ortega a la cabeza el 6 de noviembre de 2006, que en su oferta al electorado nicaragüense de ese año, había prometido desprivatizar los servicios escolares y hospitalarios, que durante los diez y seis años de la pesadilla neoliberal habían sido convertidos en vulgar mercancía.
El once de enero de 2007 no fue una fecha casual en el calendario cívico nicaragüense. A la vez que fue el día siguiente de la toma de posesión del nuevo gobierno, se debió también a que el lunes catorce de enero de ese año, tres días después, se iniciaba el período de las matrículas escolares en todo el país, proceso para el cual, si con varios días de anticipación no se anunciaba la buena nueva de la gratuidad absoluta de la educación, seguramente se seguiría cobrando en las escuelas por el derecho de matrícula de cada niño, niña y joven en las escuelas públicas del país, tal cual se había cobrado, como una rutina perversa, en los 16 años anteriores, lo que habría significado enviar un mensaje equivocado a la población empobrecida que había votado por el FSLN.
Al once de enero del 2007, el modelo privatizador había logrado alcanzar su techo máximo. En Sébaco, por ejemplo, había directores de centros educativos que cerraban con llave los grifos de los tomaderos de agua de los niños, para obligarlos a comprar agua en bolsas en las pulperías de cada escuela. En Boaco, Estelí y Chinandega muchos educadores no sólo utilizaban a sus estudiantes como cobradores de sus propios compañeros en el aula de clases, sino que también aplazaban a muchos de ellos para cobrarles su preparación para aprobar los exámenes de reparación.
La implantación del modelo financiero de la "autonomía escolar" en Nicaragua tuvo un impacto negativo muy grande para las familias y las instituciones educativas escolares, e igual o peor lo fue para el sentido de la profesión docente, en tanto la relación maestro-estudiante, que hipotéticamente debe ser una relación educativa, en muchos casos, pasó a ser una relación mercantil, según la cual, los maestros se convirtieron en los cobradores de las “cuotas voluntarias” de sus propios estudiantes, porque de ellas dependía su sobresueldo.
Así, junto a enseñar matemáticas y normas de comportamiento ciudadano, los maestros y maestras, tenían que asumir cuotas importantes respecto a la responsabilidad institucional de conseguir dinero para sí mismos, o para el pago de los servicios del centro educativo no cubierto por la transferencia gubernamental. Como consecuencia de esto, para los centros educativos al ser asimilados y subsumidos, a las más vulgares maneras y modos del mercado, la introducción del dinero y el afán de lucro y ganancia en los recintos escolares, trajo consigo a su hermana gemela, indetenible, avasallante e incontrolable: la corrupción.
La primera conmemoración del 11 de enero e institucionalización del Día Nacional de la Educación en 2008, se realizó con un acto político-académico en el parqueo frente al edificio J del Ministerio de Educación, en el que participaron representantes del MINED, la Juventud Sandinista, la Federación de Estudiantes de Secundaria y la CGTEN-ANDEN. En ese acto se develizó el mural por el derecho a la educación, uno de los siete murales construidos por la Brigada David Alfaro Siqueiros de la Juventud Sandinista de Estelí, en los edificios de esa entidad estatal entre 2007 y 2009. En ese mural, sobresalen los textos del artículo constitucional sobre la gratuidad de la educación y el pensamiento de Katerina Tomasewski, que pregona que “el derecho a la educación es la llave que abre la puerta a todos los demás derechos”.
A partir del año 2009, los onces de enero de cada año son un día de fiesta en el Ministerio de Educación, particularmente de sus delegaciones municipales, la FES y la CGT-ANDEN en todos los núcleos educativos, municipios y departamentos del país, con la realización de maratones con antorchas libertarias, actos masivos de la población en las plazas municipales y bailongos juveniles. Hoy el Día Nacional de la Educación, junto a la Cruzada Nacional de Alfabetización, está sembrado en el corazón y la mente de la población empobrecida de nuestro país.
La educación nicaragüense hoy, y desde el año 2007, hace trece años, tiene una bandera y un himno, los de la Cruzada Nacional de Alfabetización realizada en Nicaragua en 1980, y también su día, los once de enero de cada año.
La fecha también recuerda, que la derecha neoliberal está al acecho buscando como retornar al poder, para de nuevo entregar al mercado uno de nuestros más preciados tesoros como es la educación nacional, y que nos toca a nosotros, en especial a las nuevas generaciones de sandinistas, defenderlos para convertirlos en armas para las nuevas victorias.