domingo, 17 de mayo de 2020

Nicaragua y el antiimperialismo, o la bestialidad de Estados Unidos contra la Patria de Sandino


Por Mario Zúniga

Hoy en día, en algunos telenoticieros y en el periódico La Prensa, es común ver que estos intenten hacer noticia de lo que opinan o pretenden los representantes de Estado Unidos referente a los asuntos internos nuestros.  Da pena, y dan lástima esos ciudadanos que siguen queriendo engañar a otros diciéndoles que a los gobernantes de aquella nación les importan nuestros asuntos por buenas razones como la solidaridad. Eso no es cierto, hay una historia que reconocer para estar claros de esto.

Lo primero que hay que decir es que de toda la agresión norteamericana contra Nicaragua, quizá lo más triste es que esta ha sido posible porque siempre ha sido invocada por los malos hijos de esta patria por eso tampoco nos asustamos de los de hoy. La historia misma de nuestra nación es una lucha perenne contra las pretensiones del país del norte por dominarnos, incluso por ocuparnos. Nuestro pecado es nuestra posición geográfica y poseer riquezas naturales extraordinarias.

Pero también ha habido hombres y mujeres que han amado esta patria y por lo tanto la han defendido de esas agresiones. Por eso existe el sandinismo, la fuerza nacional más importante en materia política que se manifiesta en todos los aspectos.

La historia está escrita; pero vale la pena hacer un recuento para decirle a las nuevas generaciones que no podemos olvidar tanta ignominia.

Venimos de la imposición de construir un Canal interoceánico en nuestro suelo sin que los ciudadanos fuéramos los protagonistas o los verdaderos beneficiarios; y aunque al final se construyó en Panamá, fue sólo porque en aquel país se abrieron más oportunidades y sus características geográficas apremiaron.

Para quien crea que más bien se perdió una oportunidad; basta decir que el control de ese Canal se pudo tomar por parte de los panameños hasta 85 años después y luego de situaciones penosas como las ocurrida en 1964 cuando policías norteamericanos dispararon contra ciudadanos civiles panameños en su propio territorio por reclamar soberanía. O podríamos mencionar los miles de muertos por la invasión de 1989, que deriva de querer mantener el control del Canal.

Cuando hablamos de anti imperialismo en Nicaragua, es porque venimos de la invasión y ocupación militar de 1912, cuando el Presidente conservador  Adolfo Díaz invoca el apoyo del Presidente estadounidense William Taft para no ser derrocado; el pretexto: la protección de intereses económicos de Norteamérica en territorio nicaragüense.

Ya sabemos que no es sino hasta 1933 que el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, al mando del General Sandino, expulsa a los invasores yanquis. Pero el daño estaba hecho, Sandino fue traicionado al firmar la paz y así se impone el monstruo de la Guardia Nacional y más tarde la Dictadura Somocista por más de 40 años.

En el marco de esa lucha, Nicaragua “aporta” la primera ciudad bombardeada de la historia por aire y por su puesto era por parte de las fuerzas militares gringas: Ocotal, 16 de julio de 1927.

La Dictadura de la familia Somoza fue además de impuesta, auspiciada y sostenida económica y militarmente por varios gobiernos norteamericanos. Esa preparación táctica – militar de la Guardia Nacional causó la muerte de miles de civiles y miles más que decidieron combatir esa dictadura con las armas hasta la victoria en 1979.

Después venía una guerra fratricida, el Pueblo había tomado el Poder pero el Imperio tachaba de gobierno comunista al Frente Sandinista, y bajo ese pretexto nos envolvieron en un bloqueo económico y comercial criminal, además de auspiciar la guerra de la Contrarrevolución que causó también miles de muertos, civiles y patriotas con un uniforme militar.

En ese capítulo de nuestra historia anti imperialista se escribe la línea del juicio en La Haya en 1984, donde se le da la razón a nuestro país por demandar justicia para detener los ataques de Estados Unidos contra nuestro pueblo.

Pero estos son sólo los hitos más importantes de la agresión por más de un siglo por parte de Estado Unidos contra Nicaragua. Hay más. Es por todo esto que nace el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Es por todo esto que el mensaje de nuestro máximo líder, el Comandante Daniel Ortega, está lleno de historia y rechazo a esas agresiones que no cesan hoy; esas agresiones que siguen llegando disfrazadas, que así como ayer lograron engañar a unos y enrolar a otros nacionales para que defiendan la posición gringa. Pero a los que se pliegan como parte de la agresión contra el pueblo siendo ellos el pueblo mismo, no se les puede perdonar, periodistas y políticos.

La canción “La Maldición el Malinche”, lo describe muy bien.  “Hoy en pleno siglo XX los rubios siguen llegando y les abrimos las puertas, y les llamamos amigos”. Habría que decir ahora en pleno siglo XXI.

Hoy los telenoticieros y La Prensa quieren ofender la memoria de las generaciones que han vivido estos atropellos y quieren aprovecharse de que a parte de las nuevas generaciones parece no preocuparles esa historia inmediata, que está ahí, que todavía viven los lisiados de guerra, las madres de héroes y mártires y vivimos lo que sufrimos el bloqueo.

 Parece que esos pseudo – periodistas quieren borrar la historia y decirle a los tontos que el Imperio, que no sólo a nuestro país ha querido dominar, está preocupado por nuestra democracia y nuestra gente.

A estos oficinistas de medios de divulgación, azuzados por politiqueros, les vale lo que dice nuestra Constitución Política en cuanto a la autodeterminación y nuestra independencia.

 Pero aquí estamos al otro lado de la trinchera los que amamos esta Patria, los hijos de Sandino, recogiendo su legado, el Sol de Libertad.

A 125 años de Sandino, aquí hay un Sol de Libertad!

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