La primera es que Jáuregui es un político en el ocaso de su carrera. Tras las elecciones al parlamento de la Unión el 26 de mayo entregará su asiento. Claramente, está prometiendo cosas que sabe no va a tener que cumplir, así es muy fácil hablar.
La otra cosa que no menciona La Prensa es quién es este señor Jáuregui. Es cierto que es del PSOE, pero del ala que va de salida, es decir, la de Felipe González, viejo amigo de la mafia de Miami, de las Ros-Lehtinen y los Marco Rubio de la Nica Act y el "golpe suave" contra nuestro pueblo. El actual líder del PSOE, Pedro Sánchez, no es para nada de esa pelota ya que Felipe González más bien conspiró contra él para darle un golpe a lo interno del Partiod, y mucho menos lo son quienes hicieron campaña por Sánchez, que el día de las pasadas elecciones generales, el 24 de abril, expresamente le exigieron formar un gobierno hacia la izquierda (y parece que eso es lo que al fin va a resultar, según las últimas informaciones).
Jáuregui tiene muy mala fama en España porque fue el jefe del Partido y delegado del Gobierno de Madrid en el país vasco durante uno de los períodos más negros de la historia moderna de ese país, entre 1983 y 1987, cuando el Ministerio del Interior organizó los denominados Grupos Antiterroristas de Liberación, los GAL, supuestamente con el objetivo de descabezar a la ETA.
Durante ese período los GAL cometieron decenas de crímenes, desde secuestros y asesinatos hasta atentados con coche bomba, torturas, maltratos graves y una larga lista de etcéteras. Todo eso fue financiado con dinero de los fondos públicos. Muchas de las víctimas de los GAL no tenían nada que ver con ETA y muchas de ellas ni siquiera se metían en política. Otras más bien eran activistas sindicales o ecologistas.
El escándalo resultó en condenas a una serie de oficiales del Ministerio del Interior y a algún que otro político de menor rango en el PSOE. El círculo más cercano a Felipe González se salvó. El propio González no fue juzgado pero perdió su puesto y toda posibilidad en el futuro de aspirar a ser presidente otra vez.
Habiendo sido responsable del Partido y delegado del Gobierno en el País Vasco, es decir, el jefe político de las fuerzas de seguridad en esa región, no hay manera de que Ramón Jáuregui hubiera estado al margen de los GAL. Fue interrogado por unos fiscales de mano muy blanda y luego dejado en paz, pero tanto a la izquierda como a la derecha, los que no están convencidos de su inocencia son legión aunque él lo niegue.
Jáuregui no solo es un mentiroso. También es un serio sospechoso de jugar un papel importante en actos de terrorismo de Estado. Otro demócrata más a la medida de La Prensa.
"La verdad sobre Felipe González y los GAL"
Programa In Fraganti, del periodista venezolano
Pérez Pirella.
Programa In Fraganti, del periodista venezolano
Pérez Pirella.